
Encontrando la oveja perdida. (Lucas 15:1-7)
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
a. Si pierde una de ellas: No es extraño que una oveja se pierda o que el pastor saliera a buscarla. Sí parece extraño que el pastor pondría en peligro el 99% de su rebaño por el bien del 1%. O estaba asumida la seguridad del 99%, o el punto de esta parábola es en el regocijo, no en la negligencia del 99% por el bien del 1%.
i. “Ninguna criatura se pierde más fácilmente que una oveja; ninguna es más distraída; y ninguna tan incapaz de encontrar su camino de regreso al rebaño, una vez que se pierde: gemirá por el rebaño, y seguirá corriendo en la dirección opuesta de la que se encuentra el rebaño: de esto me he dado cuenta”. (Clarke)
b. Va tras la que se perdió, hasta encontrarla: La oveja perdida nunca se salvará a sí misma, o encontrará al pastor por sí misma. Si el pastor no pone manos a la obra, la oveja está condenada.
i. Muchos rabinos de esa época creían que Dios recibía al pecador que venía a Él correctamente. Pero en la parábola del pastor y la oveja, Jesús enseña que es Dios quien activamente busca al perdido. Él no recibe a los perdidos a regañadientes; al contrario, sale en búsqueda de ellos. Dios encuentra al pecador más de lo que el pecador encuentra a Dios.
ii. “Un gran erudito judío ha admitido que esto era la única cosa absolutamente nueva que Jesús enseñó a los hombres acerca de Dios, que Él realmente buscó a los hombres”. (Barclay)
c. La pone sobre sus hombros: Cuando Jesús encuentra a su pueblo Él también la carga. PorqueCristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.(Romanos 5:6)
d. Gozoso… Gozaos conmigo… Más gozo en el cielo: El énfasis de esta parábola no está en la proporción, sino en el gozo de encontrar al perdido. Este fue el error de los escribas y fariseos que se quejaron. No estaban gozosos cuando los publicanos y los pecadores se acercaron a Jesús.
e. Por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento: Aunque la oveja no hace nada para rescatarse a sí misma o arrepentirse, Jesús menciona la necesidad del arrepentimiento en las últimas palabras de esta breve historia. Es casi como si dijera: “la oveja no se arrepiente, pero ustedes deben hacerlo cuando Dios los encuentre”.
